El concepto de café a lo largo de la historia siempre ha sido un lugar de conversación, un espacio acogedor que
inspira escribir, leer, hablar, estar y ser uno mismo.
En Quito descubrí un lugar especial donde el ESTAR es toda
una experiencia, porque el café funciona como producto estrella para quien
guste de sus misterios. En Café GALLETI disfrutar de una taza de café implica
conocer su origen, la historia detrás de la preparación, su lugar de
proveniencia, aspectos como el cuerpo, las notas de acidez y los toques de
dulzura que puedes sentir al degustarlo, nos hace más sensibles y más humanos.
Mi primera experiencia en cafeterías especializadas fue hace 2 años, cuando de casualidad estaba por el Centro Histórico, ahí en el Teatro Bolivar, el barista y las meseras te hacen sentir el protagonista por que te explican paso a paso la preparación de tu taza de café elegida. No se requiere ningún conocimiento previo, tan solo estar dispuesto abrir la mente, el corazón y la voluntad para explorar otras formas de tomar de café, de darle valor a una bebida que nos ha acompañado por años y que puede ser perfecta compañía a la hora de desconectarnos de la rapidez en la vivimos.
Con este post inauguro oficialmente mi esfera de interés por el café que la he llamado #cazadora de tazas, la intención es vivir la experiencia a través de una red viva de momentos al rededor de una taza, el café es el primero, vendrán, el te, chocolate y mucho mas.
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